Scroll

58- HISTORIA EVOLUTIVA DE VIDA

El tiempo de enfermar es un tiempo adaptativo - evolutivo.


Por una parte no recordamos nuestro “Proyecto de Vida” y nos centramos en lo que nos acontece diariamente, y es entonces cuando dejo de ser yo.

Hay que buscar el impacto que ocasionó la fractura de esta Historia de Amor y apareciera el Tiempo de enfermar.

Antes de atender a nuestros pacientes debemos prepararnos con Meditación y Agradecimiento diciendo al Señor: “Que se haga tu voluntad” Agradeciendo la vida y los dones que Él nos dio.

Preparar el ambiente para que sea sencillo y agradable: luz, olor, color. Flores… No poner una mesa entre el paciente y el terapeuta.

Al recibir al paciente hagámoslo mágicamente con un saludo cordial y de corazón porque ese ser viene en tiempo de enfermar que es un tiempo que refleja el fracaso de un estilo de vida.

Al vivir mi vida acorde con mis principios y mis sentimientos voy bien.

Al vivir molesto e inconforme, el corazón recibe el impacto y envía la información al cerebro que responderá conforme a la emoción que se expresa en cada parte del cuerpo.  Por ejemplo se ha observado que a las personas con tristeza le caen piojos.

A continuación preguntar:
¿En qué podemos servirle?
Con esta pregunta le decimos que no lo sabemos todo, no somos magos, ofrecemos nuestro servicio con humildad.
No reflejemos miedo para motivarlos a la confianza.
Inducirlo a reconstruir su propia historia, él habla, nosotros callamos.
Su cuerpo habla pero el Ser no oye, no ve lo que le está pasando y nosotros debemos ayudarle.

¿Cómo se siente?
¿Cuándo comenzó…?
¿Cómo comenzó…?
¿Qué suceso ocurrió antes de la aparición de esa patología?

El Ser no se adaptó a un determinado cambio y resulta que la historia de la humanidad está marcada por cambios.

Nosotros debemos ser un Remedio.

A ese paciente temeroso hay que atenderlo con humor y amor.

En su estructura energética el Ser tiene todas las posibilidades de autosanación.

Al escucharse el paciente, comienza una reconciliación consigo mismo y se adapta al proceso que está viviendo.

Tener humildad, ser sumisos, alerta ante las posibilidades del Ser y concientes de la existencia de esa Fuerza que nos guía.

Somos un intermediario para que el Ser se reconcilie con la Creación.

El cuerpo con el alma se compara como un pez con el océano
Platón

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes aportar tu comentario sobre el artículo leído.